Sexo seguro y conciencicíon
Practicar el fisting de forma segura implica saber qué es importante. El fisting es una experiencia sexual intensa, tanto física como emocionalmente. Para que sea seguro y satisfactorio para todos los involucrados, requiere más que solo deseo: es decir, conocimiento, comunicación, respeto y responsabilidad. Este sitio te ofrece todo lo necesario para practicar el fisting de forma responsable y consciente.
Preparación: El cuerpo como espacio
El fisting no comienza con la inserción de la mano, sino con la preparación. Esto incluye:
Relajación física: Una habitación cálida, tiempo sin presiones y, si es necesario, un baño relajante hacen maravillas.
Higiene: Lávese las manos, límese las uñas cortas y lisas, y use guantes desechables si es necesario. Un enema suave también puede ser útil durante el fisting anal, pero no es esencial.
Preparación mental: Ambos miembros de la pareja deben estar presentes, de acuerdo y libres de presión. El fisting no es una competencia, es un diálogo.
Comunicación y consenso
Antes de empezar, ambas partes (o todas) deben expresar abiertamente sus deseos, límites y expectativas. Reglas claras:
¿Qué quieres? ¿Solo estiramientos? ¿Profundidad? ¿Solo ciertas posiciones?
¿Qué es tabú? ¿El dolor, la velocidad, hablar, ciertas palabras, ciertas herramientas?
¿Cómo señalizo que pare? ¿Con una palabra, un sonido, un gesto con la mano?
El consenso no es solo un concepto, es un proceso continuo. El consentimiento puede revocarse en cualquier momento.
Lubricantes y herramientas
Cuando se trata del fisting, no existe tal cosa como “demasiado” lubricante, solo “muy poco”.
Recomendado: lubricantes a base de agua o de silicona especial que no se sequen.
Herramientas: Guantes desechables, toallas, almohadillas suaves, posiblemente juguetes con forma anatómica para entrenamiento.
Comprobación de dedos: Sin anillos, bordes afilados ni uñas largas.
Consejo: Tenga la botella a mano. Relubricar es cuestión de cuidado, no de molestias.
Técnica y ritmo
Empieza lentamente: un dedo, luego dos. Movimientos circulares. No fuerces la presión.
Observa la respiración: te muestra si la persona con la que estás hablando está relajada o tensa.
“The Pop”: el momento en el que el puño se desliza a través de los músculos: emotivo, intenso, pero nunca doloroso.
Acepta las fases tranquilas: A veces las cosas no avanzan y eso está bien.
La experiencia, la confianza y la paciencia son más importantes que la anatomía.
Cuidados posteriores: ¿qué viene a continuación?
Después del fisting llega la llegada. Cuerpo y mente necesitan espacio para procesar la experiencia.
Acurrucarse, descansar, hablar o simplemente tumbarse allí
Beber, ducharse, evitar irritantes.
Apoyo emocional durante experiencias intensas
Especialmente después de la primera experiencia, puedes experimentar una mezcla de euforia, agotamiento y confusión. Tómate tu tiempo.
Aspectos médicos
El fisting es seguro con una buena preparación, pero como cualquier práctica, no está libre de riesgos.
Posibles riesgos: microlesiones, irritación de las mucosas, desgarros por estiramiento demasiado rápido.
Tome en serio los síntomas: sangrado, dolor, reacciones corporales inusuales.
¿Cuándo consultar al médico? Si tiene fiebre, mareos, presión arterial alta o sangre en las heces.
La atención médica regular no es un signo de desconfianza: es autocuidado.
Para avanzados y curiosos
Si quieres profundizar más, lo puedes encontrar aquí:
Instrucciones de entrenamiento para el desarrollo y estiramiento de los músculos anales.
Recomendaciones de juguetes de alta calidad y lubricantes aptos para el fisting
Enlaces a talleres comunitarios, vídeos y blogs de experiencias
Lenguaje y ética
Esta página representa:
un lenguaje no moral y no fetichista
Empoderamiento en lugar de voyeurismo
Visibilidad también para los cuerpos marginados
El fisting seguro no es solo una técnica, es una actitud. Una actitud que conecta contigo mismo y con los demás.
Nota: Esta sección se desarrolló con la colaboración de profesionales médicos y actores comunitarios con experiencia. Para preguntas o inquietudes, recomendamos consultar con profesionales médicos o de educación sexual que se adapten a las necesidades de las personas queer.